Cuando te conviertes en freelance te olvidas de tener jefe, de levantarte a la hora que tengas que ir a trabajar y todo sin presiones, sin embargo, para ser tu propio jefe necesitas de muchos retos y si no eres disciplinado, es muy poco probable que no alcances los objetivos que esperas.

Aquí te dejamos los consejos más útiles para saber qué estás haciendo mal en tu vida como freelance

  • Eres un todólogo: tu labor ya no se reduce a tu área de especialización. Tus deberes irán desde contador para cumplir con el pago de tus impuestos, de abogado para entender términos legales, publirrelacionista para atraer clientes y muchas otras prácticas en un nuevo campo que debe estar al tanto de lo que concierne a la firma con la que trabajas.
  • El tiempo vuela: A muchos les pasa que se dejan llevar por el tiempos de entrega de algún trabajo. No tener un jefe que marque los tiempos puede provocar que no calcules bien tus tiempos. Consigue una agenda donde marques tus fechas y dale seguimiento a tus procesos de trabajo de manera que puedas cumplir con tu compromiso.
  • Mantente actualizado: Participa en cursos y diplomados, estudia postgrados si te es posible y busca estar siempre al día con los avances de tu área de especialización.
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